25/4/09

El doctorando sensato vs descerebrado

Hay una fábula de Esopo que cuenta cómo un zorro quedó atrapado en un pozo, y consiguió que un cabrito descendiera y le ayudara a salir. Una vez libre, el zorro se desatendió de su salvador, acusándole de descerebrado por entrar sin saber cómo salir. Con la moraleja de que primero hay que considerar cómo pueden acabar las acciones, y después realizarlas.

En el aspecto administrativo-académico, soy doctorando descerebrado. No sabía dónde me metía, sin beca, total desconocimiento del funcionamiento del departamento y sus miembros, sus reglas internas no escritas, y cuan decisivo es la elección de director. Todo ello me pasa factura.

En el aspecto investigador, soy doctorando sensato. Trabajo basándome en una visión total de mi tesina: estudio los aspectos teóricos, considerando su relación con la metodología, y previendo los análisis. Una vez tengo la estructura-borrador del todo, pongo en práctica las partes. (Por supuesto que siempre habrá aspectos no controlados).

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