29/4/09

El doctorando sensato o "La zorra y el chivo en el pozo"

Esta es la fábula completa de Esopo, que comentaba en el anterior post.
Se cuenta que una zorra, tras caer en un pozo, se vio obligada a permanecer en él, incapaz de salir por su cuenta. Fue entonces cuando al pozo se acercó un macho cabrío sediento que, al ver a la raposa, preguntó si el agua estaba buena. La zorra observó al macho cabrío, captó inmediatamente la catadura del animal que tenía enfrente y le invitó a bajar al pozo asegurándole que el agua era excelente. Impulsado por su deseo y sin reflexionar un solo instante, el macho cabrío se lanzó al pozo y se puso a beber. Una vez que hubo calmado su sed, se dio cuenta de donde se encontraba y de que estaba atrapado, pero la zorra le dijo: “No te preocupes. Apoya tus patas delanteras en el muro y baja los cuernos, yo saltaré apoyándome en ti y luego te ayudaré a mi vez a salir”. El macho cabrío aceptó con entusiasmo la propuesta y actuó como le decía la raposa. Así, ésta dio un salto, se subió al lomo del macho cabrío, se empinó sobre sus cuernos y, finalmente, salió del pozo. Y entonces, apenas se vio libre, le faltó tiempo para echar a correr. Comenzó a lamentarse el macho cabrío de que la zorra no cumpliera con su parte del acuerdo y entonces la raposa volviéndose le dijo: “¡Venga ya! Si tuvieras tanto seso como pelos en la barba no se te hubiera ocurrido bajar al pozo sin saber cómo ibas a salir luego”. De esa manera, queda de manifiesto que los hombres sensatos deben tener desde el principio previsto el final de sus acciones y sólo entonces ponerlas en práctica. (versión)

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